lunes, 5 de noviembre de 2012

15-M Ensayo de poema para los jóvenes indignados






15-M
Ensayo de poema para los jóvenes indignados
Al grito de “Indignaos”,

los jóvenes ocupan las plazas de España.
Muestran su condena,
visten de pancartas la primavera. 




La voz del anciano luchador Hessel,
anima su sed de justicia.
El campo bien sembrado de ajustes injustos,

quejas calladas, presentes sin futuro.




Cansados de mentiras
alzan las manos blancas,
vencen el desaliento.
Prende la llama de la rabia pacífica
contra la dictadura de los mercados
y la corrupción de la casta política.


Universitarios asqueados de Bolonia,
adolescentes con ansia de utopía,
trabajadores indefensos y malpagados,
algunos pocos de los muchos parados.
Ciudadanos anónimos de a pie
se han encontrado en la sonrisa ancha
y en el vivo amanecer de las acampadas. 
 
Emociona ver la multitud congregada
para escucharse por primera vez.
Enternece la mirada limpia
de esa chica que estrena megáfono,
la verdad humilde y compartida
de que su familia no llega a fin de mes.

Mirlos estafados,
sin las prometidas cerezas
de la bonanza sin límites.
Mariposas sin alas,
tienen que aprender a volar
antes de que el sistema
los sumerja de nuevo

en el cansancio mortal de la apatía. 

No es mal comienzo
su certero aviso:
“Si no nos dejáis soñar,
no os dejaremos dormir”. 

Aún queda la dignidad y la esperanza
de que otro mundo mejor es posible.
Lo dijo el poeta Miguel Hernández:

“hay un rayo de sol en la lucha
que siempre deja la sombra vencida”.                                                               

Santander, 7 de junio de 2011