jueves, 5 de julio de 2018

DÍA DEL LIBRO 2015

         (CENTRO CULTURAL QUIMA. C/ José Escandón, 44 Bajo. 39006 Santander. https://centroquima.es)


   
  "Invasión de lectores" . Ilustración de Yuko Shimizu


                               
El Taller de Literatura de Quima preparó una celebración breve, pero intensa, para el 23 de abril 2015, el Día del Libro. Un público amable llenó la sala y nos premió con sus aplausos y sonrisas.
     La iniciamos con un pequeño homenaje a la figura del escritor uruguayo Eduardo Galeano, fallecido diez días antes, el 13 de abril de este año.
Tras una reseña de su obra y el agradecimiento por su compromiso con los pueblos oprimidos del mundo, dimos lectura a cuatro textos de prosa poética publicados, en una de sus más reconocidas publicaciones: “El libro de los abrazos”. Así, Cruz Seco leyó: “La función del arte”; Oliva Martitegui: “La casa de las palabras”; Raquel Cuevas: “Los nadies” e Isabel Tejerina: “Celebración de la fantasía".
A continuación, presentamos 3 creaciones originales realizadas en el Taller de Literatura para esta ocasión. La intención de todas ellas es animar a la lectura y en los tres textos hemos utilizado, como intencionado recurso expresivo, el uso y acumulación de frases hechas. Éstos son los resultados:

“LEO, LUEGO EXISTO”

          En mi vida no hay nada especial, vamos, que la fantasía brilla por su ausencia. Afortunadamente, están los libros que te permiten vivir multitud de vidas ajenas y, así, hacer interesante la tuya propia.
          De niña me encantaban las historias de princesas. La abuela, mujer de la vieja escuela, siempre estaba ojo avizor:

          -¡Por el amor de Dios, pilluela, baja de las nubes!
          -¡Bueli, no me ralles! ¡Tengamos la fiesta  en paz y cada mochuelo a su olivo!
           Pero ella, erre que erre, siempre tirando de la cuerda.

          Gracias a los libros aprendí muchas cosas y sobre todo a entender por qué la abuela los consideraba una pérdida de tiempo. ¡Qué vida tan perra le tocó vivir! Siempre a trancas y barrancas, pasándolas canutas.
          Cuando tenía más años  que Carracuca y no se podía mover, le leía la vida de los santos, y aunque no daba el brazo a torcer, descubrí que le encantaban. Con la edad se puso como una regadera, y yo, entre las páginas de Santa Gema, metía novelas de Corín Tellado. Escuchaba sin rechistar, abría unos ojos como platos, no daba crédito a lo que oía. Luego, a la primera de cambio, como el que no quiere la cosa, decía:

          Ay Dios mío! ¡Ver para creer!, que no gana una pa sustos, el mundu del revés, que aquí hay gatu encerrau. Pero sigue, sigue otru pocu, hijuca, a ver qué pasa…

          No te lo pierdas, yo pensando que estaba un poco pa’llá, y era yo la que estaba en Babia.
          Con el tiempo y una caña he ido atesorando mis grandes escritores. De toda la vida es que el saber no ocupa lugar, que no es lo mismo estar al loro que tener la cabeza a pájaros, y dado que el que siembra cosecha, al que entre libros se mueve resultará más difícil que le tomen el pelo, o que se la den con queso.
          Como somos prisioneros de nuestras palabras, así para romper el hielo, se me ocurre a bote pronto, que cuando tengas que hacer un regalo, regala un libro. Aunque tengas la certeza de que no lo leerán. Tiempo al tiempo, quien menos piensas pone una pica en Flandes. Querer es poder y el papel todo lo aguanta, que lo sé de buena tinta, y al pie de la letra digo:
          El que entre manos tiene un libro no pasa la vida en balde, sino que vive y deja vivir.

RAQUEL CUEVAS


“COMO DOS GOTAS DE AGUA: LA PALABRA ES MAGIA”

       A Dios gracias, el papel existe. De vez en cuando es nuestro mejor amigo. Cuando está escrito, lo leo, lo disfruto, lo aprendo; desahogo mi alma. Bien para decírselo uno todo, o para despacito y con buena letra, jugar a que te cuento un cuento; de esos que sin pasar nada por alto me aventuro a contarte cada noche.
       De golpe y porrazo, se me va el santo al cielo y no sé cómo sigue, pero tú en tu inocencia haces lo posible por sacar a relucir algo que me salve del apuro. Aunque lo paso mal, porque a veces no recuerdo por donde iba, me digo: de perdidos al río.
          La magia de lo escrito es un poco de todo: el sosiego del cansado, la llamada al sueño solitario, y podremos llorar a lágrima viva o troncharnos de risa.
          Entre lobos y caperucitas, pedirte tiempo muerto es muy difícil. Tu memoria no tiene precio y, como nunca se sabe, por si acaso me tiro un farol y, sin entrar en detalles, juego a ser artífice de tus fantasías.
          Cuando seas grande podrás vivir para ver que, con paciencia y una caña, tú podrás escribir la mar de bien y eso te hará estar loco de contento. Te podrás decir: ¡a vivir que son dos días! Voy a echarle cuento a algo y echando las campanas al vuelo dar más vueltas que una noria a mil pensamientos para, sin pasar la noche en blanco, poder estar en la luna y escribir los más lindos poemas aunque te cueste Dios y ayuda.

OLIVA MARTITEGUI


En el Taller de Literatura de Quima, todas coincidimos en que leer nos parece una forma de soñar para encontrar amigos imposibles, viajar más allá de nuestras limitadas fantasías y divertirnos con aventuras prohibidas. La pluma de los buenos escritores nos desvela misterios que nunca descubriríamos sin su ayuda y nos regala linternas para iluminar el camino de la vida.
Quienes hemos descubierto la literatura como placer, y como vicio, queremos compartirlo con vosotras. Seguro que todas coincidimos en que es una verdadera pena que otras se lo pierdan y no cejamos en el empeño de invitarles a conocer ese maravilloso universo de ficción, en el que nos refugiamos de un mundo hostil o donde buscamos respuestas a tantas preguntas. Porque, además, la literatura, resulta muy entretenida, así que, sin renunciar a otras distracciones, no podemos pasar sin ella. 
Para no dar mal ejemplo, también yo misma he escrito, con el recurso del uso de frases hechas, esta pequeña broma:

“LEER, O NO LEER, ÉSA ES LA CUESTIÓN”

          “Soy un libro abierto. Si lo que quieres es no pensar, pasa de largo.

          Pero,
          Si no quieres dejar tu suerte a la buena de Dios, hablar por hablar o ser cabeza de turco,
          Si no quieres parecer un pobre diablo, una veleta o una marioneta,
          Si no quieres ser un tonto de capirote, un pardillo o una cabeza de chorlito,
          Si no quieres andar a la caza de grillos, marear la perdiz o comulgar con ruedas de molino,
          Si no quieres dar palos de ciego, que te tomen por el pito del sereno o que te la den con queso,
          Si no quieres que se te suban a las barbas, te traten como a un trapo o te hagan la cama,
          Si no quieres ser un muermo, aburrirte como una ostra y no comerte una rosca.

          Y,
          Si pretendes saber lo que vale un peine y quieres verlas venir,
          Si quieres dar en el clavo y cortar el bacalao,
          Si quieres sacarle jugo a la vida o renacer de las cenizas,
          Si quieres llorar a mares o partirte de risa,
          Si quieres con otros arrimar el hombro y ponerte el mundo por montera,
          Si aspiras a convencer y no sólo a vencer, aprende a conjugar el verbo leer.
          Piensa que quien tiene un libro tiene un amigo, y quien tiene un amigo tiene un tesoro, así que puedes hacerte rico de una sentada y sin dar un palo al agua.

          Y para ir abriendo boca y que todo funcione a pedir de boca te invito a releer o descubrir algunas páginas de la biblioteca del Centro Quima con historias memorables que te harán la boca agua: “La Regenta” de Clarín, Madame Bovary de Flaubert, “La metamorfosis” de Kafka, ”Los santos inocentes” de Miguel Delibes, “Las cenizas de Ángela” de Frank McCourt, “Conversación en la catedral” de Vargas Llosa, “La historia interminable” de Michael Ende, etcétera, etcétera, etcétera.
  
                                                         ISABEL TEJERINA 
Monitora del Taller de Literatura de Quima

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